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BLOG DE VOCES 3

jueves, 24 de marzo de 2011

La historia de Pablo…

13- El hombre de mis sueños – Pablo.G

 

Hola, mi nombre es Pablo. A finales de septiembre de 2010 me mude con un amigo a una vieja casona que funciona como pensión, ubicada en calle andes esquina Maldonado, en el centro. Desde el primer momento sentí una energía especial en esa casa, pero no le di importancia ya que estoy acostumbrado (por decirlo así) a cosas fuera de lo común.

Mi habitación da al patio exterior, y para mi es inevitable salir y no mirar a la terraza, que esta clausurada, por motivos que nunca supe, solo la encargada de la casa sube allí para hacer una limpieza rápida un día a la semana. Es un lugar que captura mi atención, y el que podría pasar horas enteras contemplando, y mi curiosidad por subir allí, investigar el cuarto de aquella terraza, de estar allí ha ido creciendo mucho desde hace un par de meses.

Una noche común de verano llegue del trabajo (siempre suelo llegar a la medianoche o pasada esa hora) muy cansado, ya que el día había sido muy agotador, me tire en la cama y me dormí al instante, y tuve un sueño raro, no parecía un sueño: era de noche y me encontraba en el patio de la pensión, no había ninguna luz encendida, ni en el patio ni en las habitaciones, lo único que iluminaba débilmente la casa eran los rayos de luna que apenas llegaban al lugar. Como siempre mire a la terraza y me lleve una sorpresa que me paralizo unos segundos, había un hombre allí que me miraba fijamente, muy serio, luego de unos instantes escuche un grito como pidiendo ayuda, pero al encenderse la luz me desperté, estaba empapado en un sudor muy frio y tenía muchas ganas de vomitar, me sentía raro, pero en ese momento no recordaba nada del sueño. Tome mi celular, mire la hora, eran las 4 de la mañana, mi amigo dormía, todo en la casa era silencio, como de costumbre a esas horas, me levante para ir al baño, que está frente a mi cuarto, y apenas puse un pie en la puerta escuche el crujido de una madera en el patio, pensé que quizás era el vecino que se había levantado, no le di importancia, pero al momento siguiente escuche un breve llanto, muy suave, salí al patio…no había nadie, sin embargo el llanto volvió a oírse en el patio, pero provenía de arriba mire al piso superior y al instante se me vinieron las imágenes del sueño que había olvidado hacia unos minutos,  el mismo hombre, mirándome fijo y esta vez, como había mas luz pude ver una profunda tristeza en su rostro, era un hombre ya mayor, de pelo canoso, alto y muy delgado, tenía puesta ropa muy vieja y gastada, y a pesar del calor de la noche, llevaba un abrigo encima, cuando quise mirarlo a los ojos directo sentí un fuerte dolor en el pecho, cerré los ojos, y al abrirlos luego de unos minutos cuando me sentí mejor, el hombre ya no estaba allí, sin embargo en el ambiente había quedado un olor bastante desagradable, como si hubiesen dejado carne cruda en el fuerte sol del verano.

Me inquiete un poco, entre y me acosté, al otro día al contarle a mi amigo (cesar) me dijo que solo había sido una imaginación mía por culpa del malestar y que no me dejara sugestionar por las historias de casas viejas. Yo fingí hacerle caso, pero en realidad quería investigar, pero algo dentro de mí me detenía.

Dos noches después, ya muy tarde salí al patio y vi encendida la luz del baño y un hombre de espaldas, un hombre que se me hacía familiar, me acerque sigilosamente a la puerta y en el espejo vi reflejado aquel rostro de la noche de mi sueño, me quise alejar tan disimuladamente como me había acercado pero era tarde, el anciano volteo lentamente la cabeza, esa fue la única parte de su cuerpo que se movió, y vi algo aterrador, su cuello cortado, abrió la boca y me estremeció ese grito que había oído en mis sueños, me decía que lo ayude, yo no podía moverme del susto, en ese mismo momento detrás del hombre y reflejado en el espejo apareció una cara sonriendo en forma maliciosa, una cara que en lugar de ojos tenía solo dos orificios negros, rio de una forma cruel, capaz de erizarle los pelos a cualquiera, no sabía qué hacer, parado allí en esa situación, de algo si estaba seguro, no quería irme a pesar del miedo. “¿quién eres?” Pregunte, con apenas un hilo de voz, ambas figuras se esfumaron de pronto y la luz del baño se apagó, dejándome allí aturdido, confundido y temeroso.

Al día siguiente mientras me preparaba para ir al trabajo me vi en el espejo del cuarto y en lugar de mi rostro me vi con la cara de aquel hombre con el cuello cortado y el rostro diabólico tras de mí, cerré los ojos con fuerza durante unos minutos y todo había vuelto a la normalidad.

Al contarle a mi amigo me sugirió la idea de mudarnos, pero rechace la propuesta, ya que me invaden las ganas de llegar al fondo de la situación. ¿Quién es el hombre? ¿De quién es el rostro diabólico? ¿Qué es lo que trata de decirme? Tal vez se trata de alguien que aún no puede dormir en paz (como yo desde esa noche) y solo busca ayuda y no sea nada malo, o tal vez sea lo contrario, de cualquier forma trato de no verme en los espejos pero aún sigo mirando esa terraza esperando oír nuevamente esa voz y así saber su necesidad…

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