1 comentarios:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

No niego la historia. Incluso cierra bastante, aunque podrían llamarla de una manera más halagadora.
Parece más una mujer que sufre que una mujer que pretende asustar. Tal vez ayudaría que alguien le hablara, que intentara calmar su dolor, en lugar de salir corriendo. Estos testigos de su aparición estuvieron cerca de hacerlo. Pero se dejaron ganar por el panico. Que me parece exagerado. Ninguno de los testimonios revela que sea peligrosa

5 de diciembre de 2013, 0:51