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BLOG DE VOCES 3

viernes, 1 de abril de 2011

Finalistas del concurso de Voces Anónimas!

Los finalistas del concurso de historias, fotos y videos enviados por seguidores de Voces son…

 

Categoría Mejor Historia

- “Buscando a Rufina” - Sharen.B

- “El…no era mi amigo” – Agustina.C

- “Nuestra experiencia con la Llorona” - Diego.Q

- “Una casa misteriosa” - Yanina.A

- “Mensaje del más allá” - Stefani.R

- “Poltergeist” – Mahia.M

Categoría Mejor Fotografía

- Calera de las Huérfanas - Camila.R

- Niña misteriosa sobre el techo de una casa incendiada - Marcos.L

- Rostro extraño en un recital de NTVG – Natalia.J

 

Categoría Mejor Video

- Rostro misterioso en la pantalla de la TV – Lorena.M

- Extraña aparición fantasma en video - Melina.R

 

>> A partir de hoy todos podrán votar por su favorito dentro de cada categoría enviando un mail a: voces_anonimas@hotmail.com . Es un voto por categoría. Les recordamos que el jueves 14 de abril cerraremos la encuesta y el 15 publicaremos a los ganadores. Estos serán premiados, y también se hará un sorteo entre todas las personas que envíen sus votos, es por esto que es necesario que envíen su nombre completo en el mail.

 

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A continuación podrán ver y recordar las historias, fotografías y videos de los finalistas del concurso:

 

>> CATEGORIA MEJOR HISTORIA

2- Buscando a Rufina - Sharen.B

Mi nombre es Sharen Barzelli y vivo en el barrio Buceo. En primer lugar, quiero felicitarlos por el nuevo ciclo de Voces Anónimas y el tercer libro. Me gustaría también contarles esta historia, que me sucedió hace poco tiempo, luego de ver el episodio acerca de Rufina Cambaceres. Nunca me animé a contárselo a nadie, excepto a mis padres, ya que entiendo que mucha gente podría pensar que no es cierto, que lo estoy inventando, lo imaginé o, sencillamente, que estoy loca. Lo cierto es que, desde ese momento, veo con otros ojos cada relato que aparece en su programa.

Después de ver el programa, y aunque era ya un poco tarde para estar levantada, se me ocurrió buscar en Google imágenes de Rufina, para ver si en realidad guardaba algún parecido con su escultura. Encontré una, del tipo de fotografías-retrato antiguas, que me llamó la atención y decidí clickear para poder verla con mayor detalle. Hasta ese momento, nada parecía extraño. Llamé a mi hermana, que estaba en la cocina, para que pudiera ver la foto conmigo. Recuerdo que las dos dijimos que no era exactamente igual, pero que sí tenía muchas semejanzas con la escultura.

Decidí luego ir hacia atrás en la búsqueda, para poder ver alguna otra imagen, pero el sistema se trancó y no me lo permitió… allí seguía su foto, como si estuviese mirándonos. Lo intenté una y otra vez, pero fue en vano. En ese momento, no pensé que fuese algo raro, si bien no acostumbraba tener estos problemas, supuse que sería algún tipo de fallo en la conexión a Internet o en la computadora. Finalmente, en vez de intentar ir hacia atrás una última vez, opté por cerrar la ventana del explorador y volver al Escritorio.

Con mi hermana nos dijimos: "Qué raro. Estará muy congestionada Internet a estas horas".
Como la curiosidad por Rufina aún era fuerte, abrí Google nuevamente y, cuando únicamente había alcanzado a teclear “Rufi...”, se apagó por completo la computadora. Me refiero a todo el equipo: el monitor, la torre, todo. A continuación, como por arte de magia, se encendió nuevamente, volviendo a Windows y al Escritorio, pero quedando todos los íconos desordenados.

Esto nos pareció muy extraño y nos asustó bastante, porque no es algo que pase frecuentemente en nuestra computadora. Hubo además otro detalle, que aumentó nuestro nerviosismo. El disco duro se encuentra fraccionado, de modo que se comparte entre Windows y Linux, por lo tanto, cada vez que se enciende o reinicia la computadora, aparecen las dos opciones para elegir uno u otro sistema operativo. En caso de no seleccionar ninguno, pasados diez segundos inicia Linux. Lo singular e impactante es que, en este caso, se encendió apareciendo Windows.

Nunca más me animé, ni tuve ganas de buscar nada sobre Rufina, ni siquiera me gusta mucho pronunciar su nombre. Mi hermana optó por olvidarlo y no hablar de ello.

Cuando se lo conté a mi madre, que es una persona que no cree en nada sobrenatural, ella me dijo que no es bueno interrumpir el descanso de los muertos y que lo que me pasó fue una advertencia, una señal de que no debo inmiscuirme en determinados asuntos. Yo no sé si será así, lo único que sé es que no soy del tipo de persona que “se hace la cabeza” con estos temas o piensa que todo lo que pasa es causado por fantasmas, intento ser racional. Sin embargo, esto me pareció inexplicable y puedo dar fe de lo que dice la consigna de este ciclo de Voces Anónimas: "quedarás marcado".

 

6- Él…no era mi amigo - Agustina.C

Lo que escribiré a continuación es una experiencia que me gustaría compartir con todos los seguidores de Voces Anónimas ya que me dejó marcada…

Desde pequeña la Ouija o el juego de la copa me atraen muchísimo. A pesar de eso, la primera vez que jugué al juego de la copa fue el 16 de Agosto del año pasado. Ese día me reuní con mi mejor amigo, Mateo, casi exclusivamente a jugar al “juego prohibido”. Hace tiempo que queríamos jugar, pero nunca se dio, y como él se iba del país por dos años en pocos días, ese día jugaríamos sí o sí.

Era de tarde y nos ubicamos en el comedor de su casa. El lugar era perfecto para la ocasión ya que tiene un aire poco común. Todos los muebles son antiguos y de madera, hay imágenes religiosas sobre uno de ellos, una virgen y algunas velas, las paredes están pintadas en un tono de verde y en dos de ellas hay espejos con marcos también en madera. Hay fotos antiguas y cuadros en las paredes. El ambiente del lugar a oscuras en una situación como aquella realmente daba un poco de miedo, o por lo menos ponía nervioso a cualquiera. Hicimos las letras, números, el “sí” y el “no” y los colocamos sobre la mesa. Prendimos una vela, después cerramos las ventanas y cortinas para que no hubiera otra luz en la habitación además de la de la vela.

Estaba todo pronto, entonces nos concentramos para invocar a algún espíritu. Al principio la copa no se movía, hasta que en un momento preguntamos si había alguien con nosotros y la copa se movió al “Sí”.

A partir de ese instante yo comencé a sentir una energía diferente en ese lugar. Le preguntamos el nombre al espíritu y no hubo respuesta. Esperamos un poco, volvimos a preguntar y el resultado fue el mismo. Preguntamos si quería hablar con alguno de nosotros y nada. Hicimos otras preguntas y la copa no volvió a moverse.

Pensamos que si habíamos contactado a alguien ya se habría ido, por lo que intentamos contactar algún espíritu nuevamente. Nada sucedía.

- ¿Hay alguien con nosotros? – Mateo preguntaba repetidas veces.

Hasta que de repente sentimos un “toc” en la puerta. Estábamos cerca de esta, yo a espaldas casi al lado y Mateo en frente. Paramos, miré a mi amigo esperando que me dijera quién podría ser.

- Mmm…hay alguien con nosotros. – Dijo en un tono que nunca antes había escuchado y luego río.

Su padre estaba trabajando, su hermana había salido y su madre estaba acostada en la casa, por lo tanto no era ninguno de ellos, ni tampoco esperábamos visitas.

Pregunté quién era, él miró hacia la puerta con sorpresa y muchísima atención, su cara se transformó. Nunca lo vi así, con esa mirada…sus ojos me asustaron... Riéndome, nerviosa, le pedí que me respondiera.

-Es que estaba pensando…porque hay una sombra ahí… – me dijo.

Y con la mirada fija señala donde hay un pequeño vidrio en su puerta. Un poco más nerviosa decido no mirar, él me dice algunas cosas para que mire hacia atrás pero no lo hago. Levanta la vista hacía el vidrio y el silencio se apodera de la habitación.

Le pido que hable sobre la sombra y no me responde. Insisto y él me mira sin entender nada, su mirada ya era la habitual. Pregunto si me estaba haciendo una broma y responde que no. Le cuento todo lo ocurrido desde el principio, y seguía atónito sin entender. Pregunto de qué se acordaba, me cuenta que estábamos tratando de invocar a un espíritu, y que le hablé de una sombra.

Mateo estaba cansado y mareado, le cuento que tengo todo grabado en mi celular. Lo escuchamos y se quedó muy sorprendido con la grabación. No recordaba nada de lo ocurrido… después de la última vez que preguntó “Hay alguien con nosotros?”, desde que se escuchó un “Toc“ en la puerta no se acordaba de más nada, tal como me lo dio a entender antes de escuchar la grabación. Por su mirada y su sorpresa después de eso, me di cuenta de que estaba diciendo la verdad, aparte lo conozco mucho y sé muy bien que no me mentiría con algo así, ya que él se toma tan en serio el juego de la copa como yo.

Aun así confieso que una parte de mí en el momento que me dijo por primera vez lo de la sombra pensó que era una broma, por eso no me di vuelta, para no darle la oportunidad de asustarme por detrás. Por otro lado yo sabía que él no me jugaría una broma tan pesada y que efectivamente él estaba viendo algo, y me asustaba darme vuelta. Por último lo que me asustó más en ese momento fue pensar que Mateo “no era Mateo”, lo que me terminó confirmando después. Y que cuando me diera vuelta viera alguna cosa y/o él me hiciera algo malo. Ahora, pensándolo bien, esa mirada que me puso tan nerviosa no era del Mateo que yo conozco, ese “mmm…” y risa del principio no eran de mi amigo, él mismo cuando se escuchó también me lo dijo.

Luego de tanto tiempo pienso que no haber mirado aquel vidrio fue lo mejor que podría haber hecho, yo soy una persona muy curiosa, a veces demasiado, quise mirar hacia atrás para comprobar lo que decía mi amigo, pero al pensar todo lo que comenté anteriormente me controlé por miedo de que algo terminara mal.

Por suerte nada malo sucedió, yo siempre tomé en serio a la Ouija o al juego de la copa, pero esa experiencia me marcó y fue una muestra más de que con esas cosas no se juega. Por eso quiero aprovechar la oportunidad para decirle a todos aquellos que lo toman como un juego que ni lo intenten, ya que algo malo podría sucederles, y si no saben mucho del tema, las cosas se les puede ir de las manos…

Dejo un último dato curioso que puede ser tan sólo una coincidencia, o no…la grabación de mi celular era la N°66.

 

9 – Nuestra experiencia con la Llorona – Diego.Q

Hola a todos los que siguen Voces Anónimas, esta es la experiencia que vivimos con nuestros amigos en el Parque Rivera.
Como muchos, intrigados por aquel primer programa de la Llorona en la primera temporada, con mis amigos, siempre existió esa incertidumbre de saber si existe algo en el Parque o no. Entonces, una noche, aprovechando que uno de nosotros debía hacer un trámite en el shopping, creo que era sacar plata de un cajero, dijimos porque no pasamos por ahí?, al principio varios no nos animábamos pero de a poco nos fue comiendo esas ganas de vivir esa sensación que luego tendríamos.
Así fue, pasadas las 11 de la noche, que nos dirigimos al Shopping Portones, y de pasada nos metimos con la camioneta de mi amigo en ese tenebroso Parque, con una neblina terrible. Éramos 7, 2 podían manejar la camioneta.
Nos metimos por la segunda calle a partir del estadio Charrúa, y se bajaron todos, menos uno de los que manejaba y yo, permanecimos en el camino con las luces del auto prendidas para alumbrar a los demás y mirando para todos los costados esperando una sorpresa. Cuando nuestros amigos se alejaron de las luces la incertidumbre de lo que pasaba era terrible, hasta que de repente vemos que vienen todos corriendo, pero no asustados, más bien riéndose, habían escuchado un ruido, pero seguramente generado por los árboles y volvieron en seguida a la camioneta con nosotros.
Fue nada comparado con lo que venía después.
Después de eso, partimos para el shopping a realizar el trámite, y dijimos que íbamos a volver a entrar al Parque en busca de más.
Así fue, repetimos la experiencia, yo me quede en el auto con quien manejaba pero esta vez en el estacionamiento del Charrúa, mientras los demás bajaban hacia el lago. Pasaron como 10 minutos donde nuestros amigos no volvían, y nos comió la incertidumbre, fuimos en la camioneta hasta allí donde estaban los demás, a la orilla misma del lago. Ya dentro de la camioneta yo tenía un miedo tremendo. Llegamos al lago, los vimos, y le dije a mi amigo, esperame, no te vayas que voy a ver qué pasa y vuelvo a subir, pero mi amigo no me espero, me dejo ahí y se fue. Era tétrica la escena! el lago, lleno de neblina, el silencio total y a los costados una oscuridad tremenda, y los árboles del Parque parece que te cierran el camino, no se puede ver hacia donde van esos caminos.
Yo no podía mas del miedo, y pedía cada 2 minutos irnos ya!, pero mis amigos querían ver algo, nada pasaba, hasta que varios de ellos empezaron a dudar, y decían "esto es todo mentira", "no hay nada acá", y a uno de ellos se le ocurre tocar el agua del lago, y tirar una piedra. A partir de ahí todo cambio.
Empezamos a ver un reflejo blanco en el lago, muy brillante, que iba de un lado al otro, todos lo vimos, y no había nada cerca que lo provocara. De repente, sentimos un grito tremendo de una mujer, muy fuerte, que se nos hizo sentir un escalofrió enorme, todos quedamos mudos y sin saber qué hacer. Al poco tiempo nos empezamos a preguntar entre nosotros, lo escuchaste? y todos lo habíamos escuchado. Hasta que sentimos un segundo grito más fuerte y aterrador, donde todos quedamos petrificados de vuelta, sin reacción alguna, y cuando uno de nosotros no aguanto más del miedo y salió corriendo, salimos todos atrás del a una velocidad que nunca habíamos corrido! Llegamos a la camioneta y producto del miedo que nos provocó salimos muy apurados y casi nos llevamos por delante un árbol con la camioneta. Nos costó bastante salir de ese shock en el momento, y es una de las noches que jamás vamos a olvidar, todos sabemos lo que escuchamos y vimos en el lago. Varias veces mis amigos quieren volver, pero yo me niego, sé muy bien lo que escuche, con eso me alcanzo para creer en la llorona...

5- Una casa misteriosa - Yanina.A

Me llamo Yanina y soy de Belén, el pueblo más antiguo al norte del Río Negro, ubicado a unos 200 km. de la ciudad de Salto. Antes que nada, quisiera decirles que adoro el programa y, aunque me gustaría, al escribirles no busco que cuenten mi historia en televisión, solo quiero compartir una anécdota.

Hace unos años, vivía con mi familia en la segunda casa más antigua del pueblo. De vez en cuando, ocurría allí algún suceso inexplicable, pero no le dábamos mucha importancia. Sin embargo, hubo algunos acontecimientos que merecen ser contados, aunque sean realmente difíciles de creer.

El primero ocurrió una noche, cuando yo tenía doce años. Mi hermana menor, de ocho, tenía un fuerte dolor de cabeza y, como sufría de asma, le costaba respirar. Como no mejoraba, mis padres decidieron llamar a la ambulancia para llevarla a la policlínica, donde era atendida con regularidad por su problema. Yo me quedé sola en la sala, mirando una película cómica, y mi hermana mayor dormía en su cuarto, con mis sobrinitos de tres y cuatro años. Sinceramente, me sentía despreocupada, porque ya estaba acostumbrada a que mi hermana fuera llevada a la policlínica y regresara, momentos más tarde, recuperada.

Minutos después de que mis padres se fueran en la ambulancia, escuché un llanto que provenía de su cuarto, donde no debería haber nadie. No era un llanto común, parecía surgir de alguien que sufría mucho, era desgarrador. Apagué el televisor y quedé helada. Imaginen: oía a una mujer desconocida, llorando desconsoladamente en el cuarto de mis padres.

Tomé coraje y abrí la puerta. La luz de la sala iluminó parte de la cama. Aquella mujer seguía dando alaridos sin parar y me puso muy nerviosa.

- ¿Quién está ahí? Decime quién sos- pregunté casi desesperada, pero lo que obtuve como respuesta fue el silencio.

Entré en la habitación y encendí la luz lo más rápido que pude, pero no vi a nadie. De repente, el llanto, que se había detenido por unos segundos, comenzó otra vez y con más fuerza.

- ¡Decime quién sos y qué querés! ¿Qué te pasó? ¿Qué te hicieron?- le hablé pensando que esa mujer tal vez estuviese muy cerca de la ventana, fuera de la casa.

El llanto se apaciguó poco a poco y se escuchaban suspiros profundos, característicos de una persona cuando quiere calmarse entre sollozos.

Apagué la luz y me di vuelta para regresar a la sala. Entonces el llanto se reanudó de golpe, erizándome la espalda. Esa vez, me pareció que estaba justo detrás de mí, dentro del cuarto. Corrí a la habitación de mi hermana y la sacudí para despertarla. Los sollozos se escuchaban perfectamente desde allí, pero ella tiene el sueño pesado y no pude despertarla. Obviamente, no traté de levantar a los nenes, porque solo lograría asustarlos.

Únicamente me quedaba una cosa por hacer, así que respiré profundo, fui a la cocina, saqué un cuchillo y salí a ver quién era esa mujer. Lo más lógico era que ella estuviera afuera, junto a la ventana del cuarto de mis padres. La noche estaba clarísima. Me moría de miedo, pero la curiosidad fue más fuerte. Caminé en silencio alrededor de la casa, pero no vi, ni oí, a nadie. Quedé desconcertada.

Minutos después, mis padres regresaron con mi hermana, que ya respiraba normalmente. Aunque ellos me notaron muy pálida, no les expliqué en ese momento lo que pasó, para no preocuparlos más de lo que ya estaban. Conté lo ocurrido semanas más tarde, cuando el susto se me había pasado un poco.

Los siguientes sucesos extraños ocurrieron cuando yo tenía catorce años. Mis padres habían salido y mi hermana mayor quedó a cargo. Era de tardecita y mi hermana Solange, de veinticinco años, se fue a bañar, mientras yo hacía mis deberes en la mesa de la sala y mi hermana Madelaine, de diez, jugaba en nuestro pequeño patio con mis sobrinos. Todo estaba tranquilo, hasta que de pronto sentí que los niños gritan horrorizados. Mi hermana mayor salió, a medio tapar con su toalla, para ver qué había pasado y yo corrí hacia la puerta. Mis sobrinos me atropellaron, gritando cosas incomprensibles, y detrás apareció Madelaine, llorando como loca. Al entrar, cerró la puerta detrás de sí y se quedó sujetándola, como si alguien intentara pasar. Lo que logré entender, en las palabras entrecortadas de los niños, fue "una sombra que flotaba en el aire apareció en el patio y nos siguió hasta la puerta". Esa supuesta sombra flotante alcanzó a darle "un manotazo" a mi hermana menor. Miré su espalda y vi cuatro marcas rosadas, como si unos dedos hubiesen intentado agarrarla. Solange se vistió lo más rápido posible y salió, cuchillo en mano, a gritar por ayuda. Algunos vecinos acudieron y buscaron al agresor, pero no vieron a nadie. Lo que sí pudieron ver todos fueron las marcas, que duraron días.

Más o menos un mes después, mi madre salió al patio a juntar la ropa de la cuerda, porque estaba por llover. Eran como las seis o siete de la tarde. Según ella, "algo que parecía un hombre hecho de humo negro" atravesó las sábanas que estaban colgadas y la corrió hasta la puerta de casa. No la tocó, pero hacía un ruido extraño "como si caminara arrastrando los pies… pero parecía no tocar el suelo”. Aún está traumatizada y no le gusta hablar de eso.

Lo último que les voy a contar es de cuando mi padre fue internado, debido a su grave enfermedad. Él murió de cáncer en noviembre del 2006, y esto pasó un año antes. Mi madre se fue con él al hospital para cuidarlo y yo quedé en casa con mis hermanas y sobrinos, como era usual. Era una noche muy fría de invierno y nosotros éramos (somos, en realidad) una familia muy pobre, por lo que mi hermana pequeña y yo decidimos dormir juntas en la cama de mis padres, para compartir las frazadas. Yo no podía dormir porque tenía muchísimo frío. Lo intenté quedándome quieta, con los ojos cerrados.

De repente, escuché que alguien entraba en la habitación y caminaba lentamente alrededor de la cama, rumbo al lugar donde me encontraba. Sentí que se detuvo frente a mí, porque parecía que mi respiración "chocaba" contra algo. Abrí los ojos, temerosa, pensando que se trataba de mi hermana mayor que venía a traerme alguna mala noticia sobre papá… pero no vi absolutamente nada. De todas formas, seguía sintiendo esa presencia y me quedé quieta, sin saber qué hacer. Entonces, mi hermana me rodeó la cintura abrazándome con fuerza. Las dos temblábamos, y ya no era por el frío.

- Yanina, ¿escuchaste lo mismo que yo?- preguntó Madelaine, en un susurro.
Su tono de voz demostró que ciertamente habíamos oído la misma cosa. No le contesté, solo estiré la mano y encendí la luz. Nos sentamos en la cama, mirando fijamente el lugar donde se había detenido esa presencia. En ese momento ocurrió algo más sorprendente aún: volvimos a escuchar los pasos. Aquel ente invisible caminó lentamente, haciendo un ruido como de tacos, deteniéndose justo a los pies de la cama.

- Andate- le dijo mi hermana, pero no se movió de ahí.

Creo que no hace falta mencionar que no pudimos dormir en toda la noche y no apagamos la luz, hasta no estar seguras de que el sol iluminaría cada rincón.

Hoy en día, vivimos en otro lugar y jamás volvimos a pasar por algo parecido, gracias a Dios. Nuestra vieja casa la demolimos, a pesar del supuesto valor que tenía como patrimonio de nuestro pueblo, y ahora  construyen, en ese mismo lugar, un club deportivo.

1- Mensaje del más allá - Stefani.R

Soy Stefani Ramos y les escribo para compartir mi historia.

Todo comenzó un domingo de invierno, a las diez de la noche aproximadamente. Estaba jugando con mi mamá, mi papá y mi hermana, a un juego de caja, en la cama de mis papás. Entre risas y entretenimiento, en un momento se cortó la luz. Mi papá salió, para ver si en el resto del barrio también había pasado lo mismo. Cuando volvió, todo mojado por la lluvia,  confirmó que había luz afuera, incluso llamó al vecino y él también tenía.

No le prestamos mucha atención a lo sucedido, prendimos velas y seguimos jugando. Cuando terminamos la partida, comenzamos a comentar el libro Voces Anónimas 1. Mi hermanita se asustó un poco, cuando yo leí algunas historias.

En el momento en que finalicé el relato, me llegó al celular un mensaje de texto. Cuando lo miré me sorprendí: estaba en blanco y el emisor parecía ser un número infinito; en el celular aparecían varios dígitos y tres puntos suspensivos, indicando que seguía. Al principio, pensé que tal vez fuera de otro país, pero, al ver la hora y fecha en que fue enviado, se me erizó la piel… juro que me pasa hasta el día de hoy, al recordarlo. La fecha del mensaje era 31 de diciembre del año 1874.

Me asusté muchísimo, pero, de todas formas, decidí llamar a ese número. Cuando dio tono, atendió un contestador y la voz, que parecía de una anciana, decía:

- Se ha comunicado con el consultorio del doctor…. (no recuerdo el nombre), deje su mensaje por favor.

Al oírlo, corté.

Todavía no sabemos bien qué pasó esa noche, pero que me asusté, me asusté.

 

3- Poltergeist – Mahia.M

La noche es un momento muy especial. La actividad diurna da paso al descanso, a la pausa necesaria para afrontar otro día con nuevos desafíos. Algunos de nuestros sentidos parecen despertarse y estamos más predispuestos a abrir la mente a otras sensaciones. Por eso, es ideal para contar y escuchar historias que nos transporten a otros lugares, otros tiempos, al misterio, a lo desconocido.

A mediados de la década del '90, surgió en el dial uruguayo una propuesta llamada “Más allá de la medianoche”, dentro del programa de radio “Caras y más caras”, conducido por Gustavo Rey. En ese espacio, la audiencia llamaba para contar historias de terror y suspenso, leyendas, anécdotas propias o de otros. Muchos de los que ahora seguimos Voces Anónimas crecimos escuchando ese programa. Como legado de aquella época, conservo un cassette con varias historias. Hoy quiero compartir una de las que más me impresionó.

Sucedió en el año 1984, en un semipiso ubicado en la calle Rivera y Llambí, en Montevideo. Era una noche como cualquier otra, en la que un niño de 10 años se encontraba mirando TV en su cuarto. De repente, de la nada, empezó a sentir golpes fuertes en el baúl de sus juguetes. Llamó a su madre, que también estaba mirando televisión, pero en el living. Juntos abrieron el baúl y sintieron que los golpes provenían de abajo de este, como del piso mismo. Cada vez se hacían más fuertes. La madre, medio en broma, medio en serio, improvisó un “conjuro” para detener esos golpes que estaban asustando a su hijo. Cambió su tono de voz y solemnemente dijo:

- Si estás ahí manifiéstate, si existe algo malo muéstrate.

La invocación consiguió que se acercara al cuarto su hijo mayor, intrigado por saber qué era todo aquello. En ese preciso momento, en el cristal de una ventana corrediza, se vislumbró un rostro espantoso, difuso, como empañado por una especie de niebla. El chico más grande, por lo general descreído, aseguró que era solo neblina, un vidrio empañado, nada paranormal. Para reafirmar sus palabras, fue hasta la ventana y, en un acto de total inconsciencia, lo escupió. Inmediatamente se apagaron todas las luces de la casa. Fuera lo que fuera, aquella presencia se sintió muy agraviada por esa tontería adolescente.

Ese fue tan sólo el comienzo de la pesadilla. De ahí en más, pasó a ser algo cotidiano que se abrieran solas las ventanas, que las luces se quemaran, que se prendieran fuego los enchufes. Se gastó un dineral en electricistas, que cambiaban una y otra vez toda la instalación del apartamento. No podía haber más de un foco prendido al mismo tiempo, de lo contrario las bombitas se prendían fuego por dentro. Tratándose de un apartamento enorme, con muchos metros de cable, parecía imposible que hubiera cortocircuito en un aparato y afectara a toda la casa.

La calidad de vida de esta familia fue deteriorándose, y cosas cada vez más increíbles empezaron a suceder. En una ocasión, se quedó a dormir una amiga de la señora. La velada se desarrollaba con normalidad, hasta que a la mitad de la noche, cuando ya estaban durmiendo, la amiga sintió ruidos. Al abrir los ojos, contempló asombrada cómo la dueña de casa era sacada de la cama y arrojada a un costado, por una energía invisible. Según dijo, se trataba de una entidad palpable, aunque sin una forma reconocible.

La familia no se quedó con los brazos cruzados, llamaron a todo tipo de personas que pudieran ayudarlos a saber a qué se enfrentaban. Consultaron parapsicólogos, mediums, curas de todas las iglesias: católicos, pentecostales, evangélicos. Todos parecían coincidir en los mismos argumentos: se trataba de una energía incontrolable (algunos creían que el lugar estaba poseído por el demonio) y su impulso negativo era tan grande que no se atrevían a entrar porque corrían grandes riesgos.

Con el tiempo, todos los integrantes de la familia fueron dejando el apartamento, ante la imposibilidad de soportar la actividad paranormal que se había apoderado de su hogar. La familia se destruyó. El niño se fue de viaje a Europa, por iniciativa de su padre, para alejarlo de aquella situación y darle un poco de tranquilidad. La salud física y mental de la madre se quebró. El comercio que tenía se fundió. Para poder recuperarse, comenzó a ir a terapia y prosiguió con estudios de parapsicología, tratando de entender qué era esa manifestación.

Transcurrido un año, el niño volvió a vivir en el apartamento con su padre. Al parecer, este cambio fue para peor. De alguna forma, esa presencia logró apoderarse de él. Regresaron los especialistas en actividad paranormal. Varios curas alcanzaron a verlo gritando, poseído. Cada vez que su madre trataba de acercarse, la energía la atacaba.

Buscando una explicación, la señora pudo averiguar que, antes de que su familia habitara el apartamento, una persona había muerto asfixiada allí. ¿Qué pudo haber pasado, entonces? ¿Era posible que, sin querer, ella hubiera desatado esa entidad negativa al hacer aquel ”conjuro”? ¿O que ese espíritu se sintiera ofendido por el acto del adolescente y, en consecuencia, tomara venganza con toda la familia? Todo esto los llevó a tomar la decisión de irse y no volver a pisar siquiera la calle donde está el apartamento… tan sólo de pensar en lo que vivieron allí, un escalofrío les corre por las venas. Ellos comprobaron que, aun en estas épocas tan tecnológicamente avanzadas, existen misterios insondables, fuerzas que están más allá de nuestra comprensión. Parecen estar esperando a ser invocadas y, una vez desatadas, trastocan la tranquilidad de la vida cotidiana, transformándola en una pesadilla.

En “Más allá de la medianoche”, al igual que en Voces Anónimas, lo más importante no era buscar la explicación racional de los hechos relatados. Se trataba de un ritual para escuchar, asombrarse y ponerse por un momento en la piel del protagonista. Cubiertos por el oscuro manto de la noche, nos dejábamos llevar, guiados tan solo por el rumor de las voces anónimas.

 

>> CATEGORÍA MEJOR FOTOGRAFÍA

 

1- Calera de las Huérfanas - Camila.R

CLICK EN LA IMAGEN PARA AMPLIAR

 

2-  Niña misteriosa sobre el techo de una casa incendiada - Marcos.L

Hola, Voces Anónimas. Mi nombre es Marcos y soy de Salto, les escribo para enviarles una foto que tomé desde mi teléfono celular ayer mismo cuando me enteré que la casa de una familia cercana se estaba incendiando.
En ésta imagen (un poco oscura) podrán ver la casa, con la ventana derecha ardiendo en llamas, pero lo mas curioso es la figura de una niña en la parte superior izquierda de la fotografía, sobre el techo de la casa.
Sinceramente desconozco la razón de éste suceso, pero lo que puedo agregar para que ustedes se formen una idea, es que a pocas casas de allí, existe una familia que la mayoría de los días hacen sesiones de umbanda con tambores, danzas y todo lo que ésta religión requiere. La cuestión es que al producirse el misterioso incendio, ésa familia estaba realizando esas prácticas a pocos metros de allí.

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3- Rostro extraño en un recital de NTVG - Natalia

Esta foto la tome hace unos años estaba fotografiando un recital de NTVG en la tele, y en el instante de tomar la foto se formó la cara que se ve a la derecha y de inmediato se desvaneció, no había nadie más delante de la tele, no es un reflejo, tampoco. Siempre guarde esta foto, no sé por qué , pero por lo menos ahora tengo con quien compartirla.

Quería nada más que la vieran, Saludos Natalia

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>> CATEGORÍA MEJOR VIDEO

 

1- Rostro misterioso en la pantalla de la TV – Lorena.M

Hola, mi nombre es Lorena y soy de Las Piedras, Canelones. Les envío este video para compartirlo con todos, no solo para concursar.

Es una filmación que hice con mi celular el día 04 de agosto de 2010, exactamente a las 17:33 de la tarde. Estaba sentada en un sofá esquinado a la tele (por eso se ve solo un costado de la pantalla de la misma), con mi Nene de 1 año y medio. De pronto  miro hacia la tele y veo este rostro que se puede apreciar en el video. Me llamó la atención y tome el celu para filmarlo. Cada vez se hacia un poco mas nítido y hasta parecía moverse....muy extraño, nunca pude explicarme como y porque se dio a conocer este rostro en la pantalla de la televisión.

 

 

2- Extraña aparición fantasma en video - Melina.R

Este video pertenece a un compañero de estudio, el cuál fue protagonista del mismo.

Todo comenzó una noche de verano cuando Emerson (protagonista) decidió invitar a su grupo de amigos a su casa, para hacer lo que hacen siempre… Pasar el rato, bromear, en fin lo que hace cualquier grupo de amigos cuando se reúne. Entre charlas y chistes comenzaron a imitar personajes de películas, hasta que uno de ellos se cuestiona ¿Por qué no grabar las imitaciones? Como se lo cuestionó se lo preguntó a los demás; varios de los amigos estaban cansados así que prefirieron irse, mientras él quería grabar de cualquier manera las imitaciones. Fue así que convenció a Emerson para lograr su grabación (no recuerdo exactamente cual era el personaje que interpretaba), lo hizo, había logrado capturar esa escena que tanto quería (modelo de celular V3); todo trascurrió “normal” en ese preciso momento, la sorpresa se la llevaron meses después.

Emerson un día decidió descargar los videos de su celular a su computadora, como no recordaba su contenido decidió hacer “click” en uno de ellos, en el primero… (El video grabado) Comenzó a sonreír lentamente pero poco a poco se fue atenuando su sonrisa, su cara de asombro era inexplicable; retrocedió el video y lo volvió a ver… No podía creer que en aquel video apareciera el espíritu de una mujer (como lo podrán apreciar aparece en la parte derecha de la ventana del video)…

Emerson estuvo días sin dormir, y semanas preocupado, porque el espíritu estaba en su casa, más exactamente en su habitación, fue allí donde se había realizado la grabación... ¿Seguiría allí? Eso era lo que tanto se cuestionaba. A pesar de todo lo sucedido Emerson no cambia su “creencia”, jamás creerá en las… Voces Anónimas !!

 

1 comentarios:

Esdras dijo...

Correo enviado !!
Mucha suerte a tod@s !!
besos