A continuación les presentamos una nota que le realizó la revista Sábado Show, del diario el País, al conductor de Voces Anónimas, Guillermo Lockhart…

Cada libro acompaña una temporada.Oculto rescata las leyendas urbanas que quedaron en el tintero y no salieron al aire por distintas razones.

No dejar “enfriar” el fenómeno social que generó Voces anónimas es el lema que persiguen Guillermo Lockhart y la producción del programa. El lanzamiento de Oculto, que se realizó la semana pasada en el salón Bistró de Abitab, es una forma de mantener la temperatura alta y calmar la ansiedad del público, que aguarda expectante el inicio de la próxima temporada. Se trata del cuatro libro de Voces anónimas y está a la venta en Abitab.

“Cuando algo está pasando un buen momento, hay una buena relación entre el programa, los libros y el público, hay que cuidarlo. El lazo cada vez es más fuerte y eso nos demanda mayor atención y estar pendientes de sorprenderlos”, asegura Lockhart, conductor de Voces anónimas y autor de los cuatro libros.

Oculto y los tres libros anteriores que integran la saga (Voces anónimas I, II y III) tienen dos objetivos concretos: fidelizar al público y dejar registro escrito de aquello que se exhibió en la pantalla chica. “Los libros se han ganado un lugar. Sabemos que son independientes y son tan esperados por la gente como las temporadas”, agrega Lockhart.

Oculto es algo distinto a las tres publicaciones anteriores. Rescata del archivo una serie de historias que quedaron a mitad de camino por diversos motivos: entrevistados que no accedieron a exponer sus relatos públicamente, dificultades en la producción, apremios económicos, falta de tiempo.

“Fue pensado para que el televidente pudiera acceder a ese contenido que quedó en los archivos y no llegó a ser parte de ningún programa”, cuenta.

Lockhart decidió sacar a la luz esas leyendas urbanas que sus protagonistas permitieron para cerrar el círculo y dejar conforme al público: “Cuando se investigaron, se hicieron pensando en dárselas a la gente. Es una manera diferente de llegar y es válida porque los libros hoy son igual de valorados que el programa”, dice.

—Vo c es anónimas surge a partir de una inquietud personal tuya, ¿crees que los libros hubiesen sido posible de no haber existido el programa en televisión?

—Más allá de que la gente descubre las historias a raíz del programa, creo que el libro igual funcionaría pero la difusión sería otra y por ahí no llegaría a trascender como trasciende hoy ya que el programa acompaña mucho.

—¿Te resultó difícil trasladar el lenguaje de la TV a la literatura?

—Sí, fue difícil porque en un principio se intentaba hacer una adaptación, transcribir los contenidos casi a raja tabla. Después nos dimos cuenta de que teníamos que llegar a un lenguaje literario respetando los testimonios, los datos. Las imágenes en televisión te ayudan mucho, entonces hay cosas que en los programas no las vas a encontrar, como descripciones de lugares.

En el libro hay que narrar mucho más las situaciones porque no tenés la ayuda de las imágenes. Pero después el lector reconstruye todo con su imaginación.

FIEBRE.Tener la camiseta de tu cuadro de fútbol o la temporada completa de tu serie preferida son actitudes representativas de un sentimiento de pertenencia. Querer tener en tus manos el primer ejemplar de Voces anónimas es más de lo mismo. El propio Lockhart asegura que la tenencia de esta publicación se convirtió en algo similar a lo mencionado antes.“Hace que el televidente se sienta más cerca y protagonista porque tiene el material del programa, algo tangible en sus manos”.

Existe una red de aficionados que se comunican e interactúan a través de internet: comparten experiencias, cuentan historias, mandan relatos. Se trata de una página en Facebook que es manejada por una fanática del programa y tiene casi 100 mil seguidores: “Es una red muy grande para lo que es Uruguay”, comenta el conductor al respecto.

Lockhart está atento a lo que sucede con estos seguidores. No les pierde pisada y varias veces el material que envía el público le sirvió para utilizarlo en favor del producto.“ Trato de contestar los mails y tengo en cuenta muchas historias porque, de hecho, mails que llegaron a la casilla de la producción terminaron transformándose en un capítulo del programa”, cuenta.

—¿A qué le atribuís el fenómeno que se generó a raíz de Voces anónimas?

—Creo que estas historias todos las escuchamos en algún momento de nuestras vidas: o son parte de información entre fogones; quizá tu abuelo te la contaba cuando eras chica o vos se la vayas a contar a tus hijos. Cada vez que se cuenta un relato, se nos viene todo eso y nos sentimos identificados.Y los relatos son protagonizados por la gente, entonces cualquiera que se enganche, puede sentir que podría llegar a ser el protagonista de una nueva experiencia el día de mañana. Además, el mundo de la tradición oral es mágico. Todo eso, llevado a la televisión, bien cuidado, tratando de crecer en cada temporada, hace que la gente se enganche y se sienta atrapada.

TESTIMONIO ÍNTIMO. Oculto tiene un plus respecto a los tres libros anteriores: “La diferencia con los otros libros es que cada caso que no salió tiene una introducción en la que se cuenta cómo se llegó al caso, por qué no se logró hacerlo y a partir de ahí, nace la historia”, dice.

—Dijiste que Oculto es una especie de diario íntimo para vos, ¿en qué sentido?

—En el capítulo “Experiencias personales” comparto tres experiencias que viví antes de trabajar en voces anónimas. Al ser el conductor del programa, jamás las podría contar porque mi rol es el de preguntar, indagar y no contar de mi vida. Era la oportunidad para incluirlos. De hecho, no fue fácil porque en un principio no los había compartido más allá de mi círculo íntimo, pero me pareció que si me iba a abrir a la gente a través de estos archivos que no había compartido, también podía aprovechar estas historias que estoy seguro le van a gustar a la gente.

Fuente: TV Show